Contra todo pronóstico he terminado escribiendo esta entrada hoy, en realidad hoy es mañana y todas esas cosas complejas que suponen que sean pasadas las 12 de la noche y transforme el día en el que escribes en otro distinto y diferente por completo del que crees estar viviendo, pero, al fin y al cabo hoy es hoy sobre todo si contamos con Canarias.
Al grano: ya tengo fecha para mi segunda y nueva y espero que última operación al corazón, será el 25 de Febrero, exacto, el próximo mes, falta poco, será un Lunes (igual que la otra vez que también fue Lunes). Podría no añadir nada más pero tengo que hacerlo, tengo que hacerlo antes de que me “lluevan” más felicitaciones, a ver, no es que no esté contenta de que por fin tenga fecha, no por nada batallé duro y luché mucho para conseguir la maldita cita que parecía que nunca llegaba pero, una vez que se ha convertido en un hecho irrevocable pues… francamente vienen consigo los desánimos, el pesar, el cansancio, la tristeza, la rabia y todas esas cosas que intento llevar lo mejor posible así es que bueno, ya puede parar el mundo de felicitarme por que no deja de ser que voy a pasar por la ante sala del infierno y luego estaré 14 horas tumbada boca arriba sufriendo unos dolores horribles así es que lo vamos a resumir en que me queréis mucho en que deseáis que salga bien en que me mandáis buen rollo y ya está.
La cuestión es que me he tardado en escribir esto por que aunque lo se desde el Martes fue un día un tanto complicado, yo tenía mi contractura muscular expandiéndose por mi cuerpo (sorbe todo por mi cuello) e iba camino a mi fisioterapeuta para que: “me diese la del pulpo”, de repente para hacerlo todo aún más auténtico y mágico me vino la regla y todas esas cosas agradables que supone ser mujer una vez al mes, así es que para cuando mi fisioterapeuta me dio la del pulpo me dolía todo, sumados los ovarios, para cuando llegué a casa era un amasijo de hormonas y dolores variados y a eso se le sumó que mi mejor amigo me dijo que no podríamos ir a Andorra a que me relajase en Caldea antes de mi operación al corazón y creo que terminé de hundirme por completo, me desmoralicé bastante, y con mucho podía sostenerme así es que me metí en la cama y desconecté la cabeza todo lo que pude hasta hoy, día en el que me arreglé, me puse mona y me di una vuelta por esa cosa llamada REBAJAS y pude por fin volver a sentirme un poco yo misma.
Esta es la última entrada que escribo en lo que respecta a mi salud hasta el día antes de que me operen y supongo que me de por escribiros una especie de adiós temporal hasta que pueda volver al teclado, a partir de ahora y en pro de mi salud mental (que va escaseando a estas alturas) volveré con mis entradas habituales de cosmética blanca, crítica social y todas esas cosas a las que supongo tenía acostumbrada a la gente que habita aquí en mi hogar.
Durante este tiempo he podido darme cuenta de quien sigue a mi lado pese a todo y quien se ha vuelto a marchar o se ha marchado por primera vez, quien ha desaparecido por completo, quien pregunta solo por quedar bien o cosas por el estilo, todo ello me ha servido para nutrirme de la experiencia de que la calidad humana escasea pero me ha ayudado para seguir separando la paja del trigo y eso sin duda viniendo de alguien con tanta tendencia negativa como soy yo ha ayudado mucho, hay momentos en los cuales sigo con ganas de estrujar a alguien pero mi tolerancia ha crecido a la par que mis deseos de aniquilar a ciertos seres humanos a quienes quitaría el carné de personas así es que supongo que el balance es positivo.
Esta vez no voy a hacérmelo más difícil a mi misma, esta vez será diferente, me quedan 40 y pico días de espera hasta el pésimo gran momento y no pienso pasármelos pensando en el tema por que ya he pasado por ello, ya se de que va, ya me se la película, la secuencia y los trailers así es que no estoy para chorradas, ahora voy a vivir, y eso es lo que me importa, voy a hacer las cosas que me apetezca y mi cuerpo me deje hacer y como no tengo que darle el parte a nadie, ni tengo que dar excesivas explicaciones tampoco a nadie me permitiré el lujo de ser yo misma las 24 horas del día aunque eso implique desconcertar algunas veces a personas que pensaban que yo siempre sonreía todo el tiempo, siempre estoy de buen humor u ¡HORROR! Que soy perfecta, ¿de donde habrá nacido ese bulo estúpido y absurdo que al parecer nuevos desconocidos se empeñan en fomentar?, lo desconozco y me es irrelevante pero, ahora sin duda más que nunca es tiempo para mi y para mis necesidades.
Y creedme, ahora mismo lo que necesito es irme a la cama y agarrar por banda el nuevo libro que estoy leyendo, dormir profundamente todas las horas que me pida el cuerpo y luego, volver con una serie de entradas de esas épicas que son ya sello distintivo de servidora.
Y de buen rollo: espero que esta vez no me rompan la vena al meterme la vía, espero que el cirujano sea un poco más exhaustivo, espero que los calmantes lleguen antes de las lágrimas, espero que el tipo que me de el alta lo haga de forma que me deje relajada y no histérica, espero que cuando me arranquen sin piedad la venda compresiva de la pierna no sea como sentir que me arrancan la piel, espero que no me hagan esperar en mi habitación del hospital tres horas antes de operarme, espero que el papel de la máquina no se termine justamente cuando van a hacerme el electrocardiograma antes de darme el alta, espero que el camillero que va a trasladarme no me pille con medio cuerpo fuera de la ventana de mi habitación intentando pillar cobertura con el móvil y vea así mi maravilloso culo, espero que me droguen hasta tales extremos que pierda la conciencia como el año pasado, espero que mi madre tenga preparado un plan B con respecto a la mierda de cena sin sal y escasa que ofrecen por la noche en el hospital, espero que si me regala un cupckake sean dos (uno es cutre y se queda corto), espero que me acuerde de rasurarme mis partes íntimas para que un tipo sudamericano no tenga que hacerlo y mire a Cuenca por que le da vergüenza mirar y me ponga nerviosa pensando ¡por dios hombre mira por donde afeitas o vas a cortarme algo!, espero recordar también de empastarme los brazos de crema anestésica para no sentir el momento pinchazo infernal cuando me claven la vía, espero que la travesera de la cama esté bien puesta y no termine con la espalda echa un ocho, espero no cojear una semana como la otra vez, en un acto de estupidez y de fe increíble espero que los hematomas no aparezcan todos juntos atacando mi femoral como si me hubiesen dado una paliza ocho camioneros cargados de mala leche en pleno piquete, espero que nadie se presente en el hospital por que son momentos en los cuales puedo lanzar un plato a la cabeza de alguien y la única persona que me soporta y a quien soporto en esos momentos es a mi madre, espero que mi post operatorio no incluya a los dos días de haberme operado una visita a urgencias por que eso indicaría que nada salió bien, y por último solo espero que pueda volver a sentarme rápidamente en mi silla del ordenador para escribir que he vuelto más guerrera que nunca, que estoy entera y que he salido victoriosa, que sigo dispuesta a repartir amor, a creer irracionalmente en el género de la raza humana, y que estoy dispuesta a comenzar a hacer grandes planes a pequeña escala sobre lo que llaman el futuro, esa cosa que está por venir y que se supone que será flipante.
Tic tac… tic tac… señoras y señores, ya queda menos, ya falta poco, para la siguiente entrada, para el siguiente momento, para la siguiente sonrisa, para todo lo bueno que está por llegar.
Y aunque llegué a dudarlo, incluso…
La historia sin fin también tiene fin.
Besos para todos.
¡Nos leemos en nada!